Dormir por Francine Van Hove

                                                              Obra: Dormir por Francine Van Hove

Presenta en una forma rectangular la figura femenina de cabello castaño. Aparece en el encuadre un primer plano horizontal en el que el rostro se acompaña con gestos en sus manos. La mujer se muestra en estado de sueño (reposo, calma) sobre un lecho suave. 

El punto de vista se hace desde un ángulo cenital, es decir, la mujer es observada desde arriba.

La pintura dividida en tres partes iguales, de izquierda a derecha, se centra en la parte 1) la espalda desnuda y el cuello 2) el rostro de la mujer dormida y su hombro derecho y la 3) la gestualidad de sus manos.

Gran parte de la fuerza expresiva de la imagen reside en los gestos de sus manos. La mano izquierda apoya sus palmas hacia abajo y su dedos pulgar izquierdo se toca en una forma de unión con el dedo pulgar derecho. La mano derecha tiene sus palmas apuntando hacia arriba y sus dedos se posan por debajo de su hombro derecho y por encima de su mentón cubriendo parte de los labios, pero al mismo tiempo dejando el labio superior al descubierto. De ello, se puede deducir un juego de contraposición primero en sus manos cuyas posiciones son opuestas, pero al mismo tiempo están conectadas. Segundo, en sus labios que están cubiertos y descubiertos al mismo tiempo. Tercero, de su cuello como símbolo de la sensualidad, que está expuesto a la mirada del observador, pero al mismo tiempo está protegido, cubierto por su hombro derecho. Por último, la mujer que está aparentemente desnuda y a su vez está cubriendo su desnudez por la posición en la que duerme, cubriendo su busto y dejando el descubierto parte de su espalda.

Por ello, podemos deducir que es una pintura que presenta el reposo como un estado de fragilidad y al mismo tiempo como estado de protección.